Funcionalidad del Pasado.

Siempre me pasa que descubro la funcionalidad de las cosas cuando ya es demasiado tarde.

Y que sea demasiado tarde es precisamente la característica principal de este lugar.

Después de tanto tiempo encuentro que quizás este sea un buen sitio para mirar el pasado con los ojos del presente-futuro.

En cualquier caso, a los fantasmas del pasado, a los vivientes del presente y viceversa, sean ustedes bienvenidos.



lunes, 16 de diciembre de 2013

25.11.13 No muy bien.

Habíamos construido un cielo diminuto de estrellas y lunares. Una inmensa masa negra tragándonos, engulléndonos, revolviendo cada uno de nuestros átomos.
Te podía ver señalar cada constelación desde el otro lado del planeta, que también habíamos construido.
Entonces, todo lo que nos parecía ir mal, daba igual. Era realmente insignificante en comparación con aquel majestuoso cielo estrellado de lunares.
Había luz allí fuera, en algún lugar. El sonido era cosa de terrícolas. Éramos las únicas personas normales en aquella habitación.
Yo te miraba señalar lunares de los que no había oído hablar jamás, y estaba contenta de poder aprender todos aquellos pasadizos secretos estelares, y estaba triste porque no aprendería lo suficiente como para intentar perderme sola en ellos.
Hizo tanto frío que podíamos cocinar nubes con nuestros alientos. Mis pulmones debían ser el polo norte de algún virus. La saliva, sin embargo, no llegaba a congelarse nunca. Todo lo contrario.
Lo malo es que mientras tú hablabas de emigrar, viajar sin rumbo, yo preparaba madrigueras para el invierno, de cielos, mantas y congelaciones.
Estoy segura de que quién inventó el fuego lo hizo con una chispa de pestañas: hay miradas que arden.
Yo también me arrepiento de mi buena educación. Del lugar de donde vengo no tomamos prestadas las cosas ni aunque nos las den en la mano.
El único fallo de aquel universo que inventamos, es que estaba hecho más a tu medida que a la mía, y ya se sabe lo que pasa cuando se enfrían los pies:

Que no se puede pensar muy bien.


Esto es lo que escribía. 
No me acordaba de que lo había escrito en algún momento
entre aeropuertos y casas diminutas.

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