Funcionalidad del Pasado.

Siempre me pasa que descubro la funcionalidad de las cosas cuando ya es demasiado tarde.

Y que sea demasiado tarde es precisamente la característica principal de este lugar.

Después de tanto tiempo encuentro que quizás este sea un buen sitio para mirar el pasado con los ojos del presente-futuro.

En cualquier caso, a los fantasmas del pasado, a los vivientes del presente y viceversa, sean ustedes bienvenidos.



martes, 21 de mayo de 2013

Hay algo que no estoy haciendo bien 24.7.11


"Repaso una y otra vez qué pudo haber hecho que cambiasen las cosas tan drásticamente de un día para otro y llego a la conclusión, aquí sentada, fumando, que fuera lo que fuese ya no importa.
Me gustaría levantarme, recoger mis cosas y despedirme diciendo “nos vemos el miércoles para ir a la playa” pero contraria a mis deseos, sigo aquí, viendo cómo pinta mientras intento que no lea esto cuando levante la cabeza para husmear entre mis cosas.

Se me viene a la cabeza algo, una cuestión, entonces: ¿Si el ser humano busca ante todo satisfacer sus necesidades, evitando a toda costa el dolor y la desidia, por qué razón sigo yo aquí, empeñada en salvar algo que hace tiempo se esfumó?
¿Sirve de algo lamentarme por el tiempo que pierdo a su lado día tras día?
¿Sirve de algo creer, desesperanzadamente, que las cosas mejorarán, creer que aguantar así merecerá la pena, tendrá su recompensa?"

jueves, 2 de mayo de 2013

Poema 23.1.13

Duramos lo que dura una canción triste,
un café, un tabaco, un té.
De aquí a la playa.
Siempre el camino de vuelta a casa.
Duramos lo que se tarda en deshacer la cama.
Un examen sin responder.
La última cerveza
antes de la última cerveza.

Una noche de verano,
un amor adolescente,
tres horas en barco.

Parpadear.
Un libro de bolsillo
de segunda mano.

Duramos lo mismo que
el día antes de un examen,
los cinco minutos del descanso.
Y entre cigarro y cigarro,
me entreno para no pensarte.

Y para durar tan poco,
joder, cómo dueles
y cómo ocupas.

La baba invisible de las visitas
inesperadas.
La baba de caracol
de este amor liebre.

Duramos un poema
basado en hechos reales.
Las tostadas del desayuno.
Ver nevar.
Un día de lluvia.
Mis ganas de estudiar.

Tres horas y media en avión
duramos.

Una mirada triste en mitad
de la calle.
Justo antes de cambiar a verde
el semáforo que nos separa
de la felicidad.
Todo eso duramos.

Un paseo en moto,
las horas que invierto en olvidarte.

Duramos lo que tarda
la baba de caracol
en olvidarse del camino
de vuelta.

La vida de una mosca
                       mariposa
                       insecticida.
matando al amor adolescente
por todas partes.

Duramos y eso es lo importante.
Aunque lo peor aun esté
por llegar.