Funcionalidad del Pasado.

Siempre me pasa que descubro la funcionalidad de las cosas cuando ya es demasiado tarde.

Y que sea demasiado tarde es precisamente la característica principal de este lugar.

Después de tanto tiempo encuentro que quizás este sea un buen sitio para mirar el pasado con los ojos del presente-futuro.

En cualquier caso, a los fantasmas del pasado, a los vivientes del presente y viceversa, sean ustedes bienvenidos.



jueves, 20 de enero de 2022

Ejercicio taller "yo te decía la verdad pero la verdad cambió" (10.11.21)

Yo te decía la verdad, pero la verdad cambió.

Te dije

serás el amor de mi vida

pero no dije de cuál

Las hojas hacen de alfombra

en la entrada de casa

después de chillar verde durante todo el verano.

Yo también te chillé convencido

rojo sangre todo lo que tenía en el pecho por ti,

ahora crujen bajo mis pies

las hojas

y tú.


domingo, 28 de noviembre de 2021

Especial

Las cortinas drenan el aire y la luz que cae sobre su piel. Brillan suaves los pelitos mamíferos que aún nos abrigan, la piel de la palma de mi mano cubre sus escápulas, se desliza mientras respiran sus costillas contra las mías. Escondo mi nariz en su cuello, capullito de alelí, ya sé a qué sabes. 

Me pongo rojo rojísimo, el pecho se me llena de azahar, lavanda y hierbahuerto. Te hago un agüita guisada mientras veo tus piernas colgar del poyo de la cocina. Te ríes altísimo por alguna tontería que digo, creo que tú también estás nerviosa. Ojalá que sí. 

Se estira como una sábana blanca, no lo puedo ver pero imagino su pelo caer hasta rozar el suelo de mi habitación. No la puedo ver. Tengo los ojos cerrados imaginando su pelo caer, su cuello estirarse, sus costillas hincharse, la sequedad de su boca y como se relame, imagino mi cabeza entre sus piernas, mi pies apoyados en la pared, mis manos agarran su carne y me estoy muy quieto, como si quisiera ser una escultura renacentista, como si el Vesubio nos hubiera sepultado. 

Veo el sol anaranjado caer dentro de sus ojos. Hace vientito y tiene los pezones erizados, se los miro de reojo porque me da vergüenza ser de esa clase de tíos a los que no me quiero parecer. A veces siento que estoy en una película. Ella oscila entre la suavidad de hablarme en mitad de un beso y una risa escandalosa que se zambulle en los remolinos que el mar hace abajo nuestro. Por más que intento sacar fuera lo que siento solo me sale preguntarle QUÉ por si ella pone en su boca todas las palabras que yo no me atrevo a pronunciar. 

Puso sobre mí la seriedad de quién va a llevar a cabo algo que lleva mucho tiempo dándole vueltas. Me sigo sintiendo en una película. Un adolescente torpe y nervioso, cansado de interpretar un papel del que creía ser merecedor. No sé nada. No tengo ni idea de cómo se hace. Porque tú eres la primera persona a la que me enfrento de esta manera. Porque nunca lo había hecho así. Y tengo miedo. Y tengo ganas. Y te tengo encima riendo con la seriedad de las primeras veces.

domingo, 7 de noviembre de 2021

Papel diploma




Un pesado cuadro colgado en la pared

dentro un papel amarillento me mira

un cristal aplasta el polvo que se ha ido metiendo 

     

               en el recuerdo de mi abuelo en las huertas 

               nosotros encaramados del nisperero 

               las perras buscando ratones


la foto que acaricio ahora

hace unos meses hizo llorar a mi hermano.


Lo peor de ese cuadro

es el peso y la ausencia.

Yo quería ser parte del rosal

y me quedé pastoreando

viendo a todos los niños del colegio 

reírse de mí 

por el cencerro que lucía en mi pecho 

y que tanto me gustaba escuchar. 


Al otro lado 

una orilla resuena con un acento parecido

                                               pero no el mismo.

Mi otro abuelo era calvo y barrigudo

el sol se agarraba a su piel

igual que la tristeza a su cráneo.


Los tres hermanos 

siempre los primeros de la clase

siempre en nuestros lápices el número 

dos, o el tres, el seis una vez.


Me gustaba la simplicidad

pero envidiaba ser parte del rosal. 

Todos en la familia lo eran

menos los hermanos dos, tres 

y seis una vez.


Ahora que lo pienso

si el patriarcado fuera la marca de unas cholas de levantar

y no lo que es

quizás yo sería parte del rosal

y este poema no hablaría de mis abuelos

sino de ellas,

las que colgaron aquel pesado cuadro

de papel amarillento

que ahora respira el polvo que cubre

el recuerdo de lo que fuimos

                           

                                 encaramados el uno y el dos

                                 en el tronco de un nisperero.


viernes, 5 de noviembre de 2021

Guía no turística

Elegir un solo lugar entre todos los lugares de La Laguna es una traición imperdonable, al moho de los adoquines, a las señoras de toda la vida en los bares de toda la vida, a las parejas de golden retriever, a las aceras levantadas por las raíces de los árboles empapados, chupando la humedad de una ciudad que nunca deja de llorar.     Traición también a todos mis recuerdos. A las chicas y a los amigos. Las borracheras y las tristezas. A romper y arreglar, encontrar y rebuscar.

Para comenzar esta guía es necesario aclarar que: el pasado nunca vuelve. Los sitios más bonitos de esta ciudad, ya no lo son tanto. Pero en mi memoria siguen intactos. El Parque de la Constitución cierra por las noches y es naranja. Las estrellas caen en él y una chica me besa. Puedes sentarte y ver correr a los perros levantando el césped verde, verdísimo. Puedes sentarte frente al muro del colegio y ver dónde los adolescentes guardan los porros en los huecos de las palmeras. Puedes jugar a encontrar ranas en el estanque e imaginarte arriba y abajo jugando con la gravedad en los columpios que ya no existen. Ahora hay una enorme charca para los patos. Los de la catedral. Los de la plaza. La Plaza de los Patos. Puedes sentarte en el banco que mira al estanque a pensar. Puedes escuchar, si te concentras lo suficiente, cómo lo hacía yo hace años. 

Si te cansas o te echan lo mejor es salir por la puerta del bar dirección Avenida Silverio Alonso. Yo tampoco sabía el nombre de la calle hasta que tuve que hacer esta guía. Para mí es el sitio de paso pero donde me gustaría quedarme. Justo ahí empiezan a crecer casas de gente bien, y detrás del muro hay un campo enooooorme verde y matorral. Las aceras están rotas e intransitables por las raíces de los árboles pero se está bien. Compartir música con la rubita de clase a las once de la noche en el banco de piedra mohosa o hablarle a Papo de lo bien que se te da el Tinder. Bueno bien. Eso creías tú.

Desde el parque de la Constitución también puedes salir por la puerta que da al Camino Largo, porque es larguísimo y parece no acabar nunca. También es naranja y una vez una chica de Madrid se echó a llorar porque decía que era demasiado bonito. Puede ser. En los días soleados las palmeras dejan de ser espantapájaros y la ciudad llorona sonríe un poquito de medio lado, como coquetona. Me gusta bastante. Justo en ese camino hay unas casas sostenidas por columnas a las que subes por unas escaleras un poco de caracol, con las que siempre he soñado ser el propietario. Toda la vida obcecado con esas casas, que no son para tanto. Justo enfrente hay otras rollo mansión, pero yo quiero esas. Que están en alto y son puro cemento. Como yo.

El siguiente lugar que debes visitar es una plaza que ni siquiera tiene nombre. Así de cutre es. Está justo en el comienzo de la Calle Viana y se accede a ella por unos pocos escalones alargados. Tiene una estatua en el centro de un señor que por lo visto, según Google, se llamaba Hermano Ramón. En realidad no es una plaza, sino el acceso a un edificio, que si te soy sincero no sé muy bien qué es. Pero sé que hacen conciertos y que tiene un patio enorme tras la pared de pequeñas columnas cuadradas, que lo separa de la plaza. Las paredes están pintadas de rojo oscuro y amarillo y un montón de pintadas estúpidas que a mí me gusta fotografiar. Hay dos bancos y un árbol que los separa. En el banco de la derecha vi como unos tipos intentaban pegar a mi hermano, Dimple me dejó el día del cumpleaños de mi abuela y esa fue la primera de muchas. Pero ninguna tan dolorosa e inexplicable como aquella. Me he congelado literalmente bajo la lluvia, y he esperado a gente mientras me liaba un cigarro. Una plaza con encanto, la verdad. Pero cero recomendado para dejar a alguien y llorar porque hace mucho frío y todo el mundo te ve como si estuvieras en un escenario.

El último sitio al que te voy a llevar es el Camino del Matadero. Tranqui que no te voy a matar. Se trata del camino que pasa justo al lado del aeropuerto. Este sitio es famoso porque todo el mundo va a follar en lo oscurito de la noche y el rugir de las turbinas. Yo iba a llorar a mi abuelo Julio que descansaba muerto de frío en San Luis, unos metros más arriba. Y escribía muchísimo sobre eso, y sobre estar al borde y no poder más. Pero pude. Mirar los aviones se vuelve una costumbre hipnótica. A pesar de la fobia y todo eso. Luces brillantes en mitad de la noche, una gran mole de hierro posándose sobre asfalto negro y humeante. Qué clase de magia es esta que nos trae y nos devuelve a sitios en los que siempre vamos a querer estar. 

jueves, 21 de octubre de 2021

Capullito de alelí




Cuando sonríe se le achinan los ojos

abrazo de pestañas

un búmeran de madera muy oscura

va y vuelve

y yo sonrío también.


Capullito de alelí

huele a caramelo

no me acuerdo a qué sabe

pero seguro que bien bien


Un búmeran de madera

muy oscura

va pero no vuelve,

sigo sonriendo a la vez.


Capullito de alelí

quiero estar debajo 

de sus rayos de sol

calentar la tripa 

antes de irnos a dormir.

martes, 5 de octubre de 2021

Tóner


A todas las cosas el invierno les quita alma 

la plata sucia de las suelas

una burbuja tapona los oídos

aquella despedida 

manchando las esquinas 

de las cajas de mudanza

con tus lágrimas.


Esperar se parece a la primavera

ganas locas de morder lo rojo

estalla el azul 

huele a verde y a instituto.

El invierno convierte a la gente 

en adultos funcionales

lloro en la cola del súper

ya no entiendo a las chicas que me gustan

ni tampoco sé por qué lo hacen.


Un poco el trayecto de cada día

enfadado y asustado

porque uno nunca sabe si morirá 

de un infarto

o de triste.


Oigo el mar de fondo

plata en los cristales del coche

Ni siquiera hace frío

y ya siento que me han robado 

el puñetero mes de abril,

plata envuelve las paredes de la isla

regalitos de navidad

en aquel banco me dijiste adiós por primera vez

arrancaste el alma al invierno


Todas las cosas bonitas suceden

mientras espero a que la impresora termine de imprimir 

la hoja de calendario

que no usaré

si me muero de camino a casa.



La consigna del texto es justamente empezar el poema con la frase “a todas las cosas el invierno les quita el alma”. 

martes, 14 de septiembre de 2021

Acróstico 10.06.21

 Aquel after hiperhidratado y fugaz 

Que nos unió como a dos gametos que se engullen 

Ultimo día del último carnaval que pasaríamos de la mano.

Estoy triste desde entonces porque el eme nunca perdona.

Los demás meses no existieron demasiado porque nos encerraron y

Antes de que nos diéramos cuenta ya nos habíamos empezado a odiar

Fracasando en lo mejor que se nos daba: ser nosotros mismos.

Tengo desde entonces el mismo pensamiento reiterativo e imposible

Estaría taaaaaan bien compartir esto contigo. La droga, las sábanas nuevas, los gatos.

Repito este mal mantra hasta que me doy cuenta de que no vas a volver

Mucho me temo que yo tampoco, así que saboreo despacio el amargo de aquel día

Isquémico en el que tú y yo empezamos a desvanecernos.

Ahora ya no lloro.

Meses antes sí lo hice, 

Otra vez más sigo bailando

Repito eso que siempre odiaste que dijera. Quizás porque esta vez es verdad.



Mi primera tarea del taller de escritura, hice varios pero este es el más fiel a mi estilo de los que hice. 

sábado, 11 de septiembre de 2021

Warhol

Soy el producto

De mi madre llorando 

tras la puerta de su suegra

De mi abuelo bipolar

De una infancia feliz


Estoy aquí siendo el producto de jugar en las huertas

De comer con las manos sucias

De tener muchos primos

De no tener miedo a nada


Soy el producto de chiquillos riéndose de mí 

De un hermano al que le daba igual

De haber nacido en el medio de tres

De querer ser el único


Ahora existo porque soy el producto de la mediocridad

De no ser suficiente porque nada lo era

De la vergüenza 

De la culpabilidad. 


Estoy hecho de mí mismo,

De correr en círculo buscando escapatorias

De aliviarme apretando fuerte las uñas en la carne

De rozar límites para saber dónde están 

Por si acaso. 


Soy el producto de todas esas chicas

Rompiéndonos el corazón 

De gritos y discusiones

Amor y madrigueras

De sentirme en la cuerda floja

De echar de menos cuando ya es demasiado tarde. 


Ahora estoy aquí acostado haciendo cuentas de todas las cosas que soy,

Y todas las cosas que no quiero ser más 

Y siento que la vida es ir luchando todo el tiempo

Contra uno mismo 

Contra la ansiedad

El sentimiento de culpa

Conductas tóxicas e irresponsables. 


Y no puedo más. 

A veces no puedo más 

y solo me gustaría descansar. 


O darle marcha atrás al tiempo 

Y dejar de ser el producto 

de todas esas cosas 

Volver a empezar 

O no hacerlo nunca más.