A todas las cosas el invierno les quita alma
la plata sucia de las suelas
una burbuja tapona los oídos
aquella despedida
manchando las esquinas
de las cajas de mudanza
con tus lágrimas.
Esperar se parece a la primavera
ganas locas de morder lo rojo
estalla el azul
huele a verde y a instituto.
El invierno convierte a la gente
en adultos funcionales
lloro en la cola del súper
ya no entiendo a las chicas que me gustan
ni tampoco sé por qué lo hacen.
Un poco el trayecto de cada día
enfadado y asustado
porque uno nunca sabe si morirá
de un infarto
o de triste.
Oigo el mar de fondo
plata en los cristales del coche
Ni siquiera hace frío
y ya siento que me han robado
el puñetero mes de abril,
plata envuelve las paredes de la isla
regalitos de navidad
en aquel banco me dijiste adiós por primera vez
arrancaste el alma al invierno
Todas las cosas bonitas suceden
mientras espero a que la impresora termine de imprimir
la hoja de calendario
que no usaré
si me muero de camino a casa.
La consigna del texto es justamente empezar el poema con la frase “a todas las cosas el invierno les quita el alma”.