Funcionalidad del Pasado.

Siempre me pasa que descubro la funcionalidad de las cosas cuando ya es demasiado tarde.

Y que sea demasiado tarde es precisamente la característica principal de este lugar.

Después de tanto tiempo encuentro que quizás este sea un buen sitio para mirar el pasado con los ojos del presente-futuro.

En cualquier caso, a los fantasmas del pasado, a los vivientes del presente y viceversa, sean ustedes bienvenidos.



sábado, 26 de abril de 2014

Contorno (21.10.13)

Te imagino siempre a contraluz
porque creo en el misterio como
principio universal de todo.
Tu pelo se vuelve iluminaria
y pareces atrapar al aire,
partículas celestes,
minúsculos átomos de vida.
Yo me imagino un millón de pulmones
respirando al mismo tiempo.
                                 Los míos se colapsan.

Eres fugaz,
siempre.
Tu piel se estira,
parece abrirse al mundo,
pequeños poros bostezando,
                                  eres el cosmos.

Todos lo somos,
pero yo no me había dado cuenta
de ello
hasta tropezar contigo.
Había visto agujeros negros gigantes
antes de aquella noche
pero ninguno que atrapase
la tristeza
como tus ojos.

Mirarte sin que te des cuenta
es como ver la naturaleza
libre,
aunque siempre haya algo en ti
que me haga pensar
en trampas para osos.

Así es como te revuelves
entre mis neuronas.
No sé verte de otro modo
porque tampoco he encontrado
la manera de iluminar la casa
y que sigas siendo tan contorno.

                                     Tan contraste.

Un millón de pulmones
respirando al mismo tiempo.

No tienen ni idea de lo que sucede:
una galaxia enorme
en expansión.
Los míos se colapsan.
Tus ojos me tragan.

Siempre he sido una persona
triste.

Nada que no sepas ya.

lunes, 14 de abril de 2014

21.6.13 (Soy una escritora inútil y frustrada)

Ojalá alguien hubiera grabado el día que te conocí. Me encantaría verme un minuto antes de que aparecieras. Apoyada en un coche, cabreada porque nunca me ha gustado que me hagan esperar, bebiendo cerveza barata junto a un alemán y una andaluza (¿qué hago yo aquí?).
De pronto se me olvida que estaba esperando. Se encaraman a mí de un salto circense. El salto que cambió mi vida. Daría lo que fuera, ahora mismo, por haber prestado atención a aquel momento en el que de pronto apareces. Me encantaría describir la situación exacta, pero todo aquel juego de conversaciones cruzadas, típicas de encontronazos casuales, se construye borroso en mi memoria. He escudriñado, fotograma a fotograma, el momento en el que me has dicho que todo cambió para siempre.

No puedo despegar de las paredes de mi cráneo- que es donde sé que te encuentras- cada imagen tuya que tengo de aquella noche, pero sé que estás aquí dentro porque cada día apareces bailando un trozo diferente de canción, dándome la mano durante partes distintas del trayecto hasta la discoteca, o las maneras que tenías de mirarme en aquel baño minúsculo, pero que, sin embargo, recuerdo como inmenso. Estar allí contigo era como haberle ganado el pulso a una fiera sin necesidad de enseñar las garras.

Lo que más me gusta es el título.