Como pasa con las drogas.
Montar en bicicleta.
La misma sensación intensa.
Tocar unas tetas por primera vez
cada vez.
El frío.
Oír una tormenta.
Abrocharse el cinturón en un avión.
Perdonar de mentira.
Querer de verdad.
No me voy a olvidar nunca.
¿Te han roto alguna vez el corazón?
La sangre por dentro de las venas.
Cansarse a medio camino.
Una cuesta.
La humedad de unas bragas.
Los muslos por dentro.
Un olor.
Un sabor.
Cuando nadie sabe algo que tú sí.
Una sonrisa.
Darse la mano por debajo de la mesa.
Beber agua un día de resaca.
Dolores de cabeza.
El momento antes de besar por primera vez
cada vez.
Sentirse ridículo.
Nos miran.
Vámonos ya.
Un mensaje que diga: te quiero follar.
Hasta el alma.
Como pasa con las drogas.
La sangre por dentro de las venas.
Correrse a la vez.
¿Sabes?
El inverso a que te rompan el corazón.
Las cosquillas en la mano cuando toco una teta
cada vez.
Toda la vergüenza del mundo
en un cuerpo desnudo.
Que te digan “enséñame”
y echarte a reír.
Nadie sabe tanto como para no tragar saliva
al menos
un par de veces.
Nadie excepto la memoria del cuerpo.
Montar en bici,
pedalear,
caerse.
Siempre es el mismo dolor
pero
algo siempre cambia.