Funcionalidad del Pasado.

Siempre me pasa que descubro la funcionalidad de las cosas cuando ya es demasiado tarde.

Y que sea demasiado tarde es precisamente la característica principal de este lugar.

Después de tanto tiempo encuentro que quizás este sea un buen sitio para mirar el pasado con los ojos del presente-futuro.

En cualquier caso, a los fantasmas del pasado, a los vivientes del presente y viceversa, sean ustedes bienvenidos.



miércoles, 14 de abril de 2021

Magobio.


Me agobia pensar que: todos los amores de mi vida un día dejarán de serlo. 

Que quien yo creía que me iba a doler para siempre, ha empezado a cicatrizar, 

sin previo aviso. 

Que soltar lastre es bueno 

Aunque tú ya no me leas

Y yo ya no te escriba. 


Me aterroriza pensar que soy una especie de embarcadero, 

un aeropuerto por el que llegan sin billete de vuelta, 

hasta que un día aparecen en el zaguán de casa, 

con las maletas hechas y un pequeño papelito con su número de asiento, 

y cara de adiós-losiento. 


Probablemente yo también haya sido turista en más de un país, 

y otras se habrán sentido tristes de verme partir, 

con un pequeño baúl de souvenirs entre las manos. 


Me agobia pensar que tengo que sujetarme las riendas como a un caballo desbocado, 

que siento fuerte y rápido, 

que tengo que ir midiendo como si fuera una fórmula química peligrosa. 


Me agobia no saber a dónde están yendo todos los pensamientos que podría dedicarte al día si quiero, 

y qué pasará si te vuelvo a ver. 

O me vuelves a ver de lejos. 

Qué pasará contigo. 


Me agobia hacer como que borro tus huellas con hojas de palmera, 

Cuando la realidad es que tus huellas, 

las nuestras, 

seguirán ahí donde las dejamos. 

Y lo único que me queda es compartir y convivir pisando con otros zapatos,

Otras personas, 

En otro espacio-temporal diferente al nuestro. 


No puedo hacer como que no existimos, 

y esto es algo que tengo bien claro. 

Pero me agobia hasta qué punto y en qué profundidad exististe en mí, 

que todo lleva, 

muchas veces, 

tu nombre;

aunque yo ya ni lo lea. 


No quiero confundirte, ni que se me malinterprete: es una pena. 


La realidad es esta y es igual de agobiante que cuando descubrí que 

El amor de mi vida

Iba a tener nombres y rostros diferentes,

Y yo nunca podré saber bien si perdí mi oportunidad

O

Si por el contrario,

Lo mejor siempre está por llegar. 

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