Aún recuerdo cuando te intuías
oportunidad.
Bailabas en cada viaje
a la estratosfera
y me hacías olvidar que
probablemente te perdería
en algún momento de la caída.
Y nos reíamos de todos aquellos
huesos,
de las tripas también.
¡Qué desastre! ¡Qué desastre!
Pero qué bonito verte caer conmigo.
Tú y yo nos reíamos del miedo a morir
igual que cuando follábamos
y las paredes se venían abajo
y todos podían vernos tan felices
cayendo
en
picado.
Ahora,
tú sigues bailando con otros,
yo perdí mi oportunidad
pero te sigo intuyendo
en cada aterrizaje,
¡Qué desastre, pero qué desastre!
Fue bonito verte caer conmigo.
Esto lo escribí para una especie de "casting", de ahí el nombre (en referencia al primero libro de Irene X). Otro día subo el que escribí para el "casting" real.
No hay comentarios:
Publicar un comentario