Te imagino siempre a contraluz
porque creo en el misterio como
principio universal de todo.
Tu pelo se vuelve iluminaria
y pareces atrapar al aire,
partículas celestes,
minúsculos átomos de vida.
Yo me imagino un millón de pulmones
respirando al mismo tiempo.
Los míos se colapsan.
Eres fugaz,
siempre.
Tu piel se estira,
parece abrirse al mundo,
pequeños poros bostezando,
eres el cosmos.
Todos lo somos,
pero yo no me había dado cuenta
de ello
hasta tropezar contigo.
Había visto agujeros negros gigantes
antes de aquella noche
pero ninguno que atrapase
la tristeza
como tus ojos.
Mirarte sin que te des cuenta
es como ver la naturaleza
libre,
aunque siempre haya algo en ti
que me haga pensar
en trampas para osos.
Así es como te revuelves
entre mis neuronas.
No sé verte de otro modo
porque tampoco he encontrado
la manera de iluminar la casa
y que sigas siendo tan contorno.
Tan contraste.
Un millón de pulmones
respirando al mismo tiempo.
No tienen ni idea de lo que sucede:
una galaxia enorme
en expansión.
Los míos se colapsan.
Tus ojos me tragan.
Siempre he sido una persona
triste.
Nada que no sepas ya.
Brunch.
Hace 2 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario