Funcionalidad del Pasado.

Siempre me pasa que descubro la funcionalidad de las cosas cuando ya es demasiado tarde.

Y que sea demasiado tarde es precisamente la característica principal de este lugar.

Después de tanto tiempo encuentro que quizás este sea un buen sitio para mirar el pasado con los ojos del presente-futuro.

En cualquier caso, a los fantasmas del pasado, a los vivientes del presente y viceversa, sean ustedes bienvenidos.



viernes, 7 de mayo de 2010

Azul y amarillo.



Mientras hacía su matutino camino hacia el baño, Cecilia, en la otra punta del pasillo se atrevió a acercarse a él.

-No hay toallas, espera a que las traiga.

Pero Adam estaba tan profundamente dormido que no la escuchó y se metió en el baño, desnudándose y mirándose al espejo intentando hacer un esfuerzo para reconocer a aquel individuo que se reflejaba delante de él.
De pronto Cecilia abrió la puerta del baño. Adam estaba dentro de la ducha, todo estaba lleno de vaho y por alguna razón no se ruborizó lo más mínimo.
Al contrario. Cecilia cerró la puerta con llave, se desvistió y se metió en la ducha con Adam y él, por alguna razón, no se sorprendió.
Se quedaron inmóviles el uno frente del otro como observando el espectáculo natural de la desnudez. El agua corría por el cuerpo de Adam y como despertando, éste se aproximó a ella. “Hola”, le dijo con la voz aun dormida. “Buenos días” le contestó. Adam dio por supuesto que aquella chica quería algo más que una ducha y como un idílico sueño pueril, hicieron el amor contra la pared fría y mojada del baño.
Después, en un silencio veraniego, de pajarillos cantando y voces de niños en la calle, Cecilia se volvió a vestir con la misma rapidez con la que se desvistió y Adam se ató una toalla a la cintura y se secó aquella melena de pelo negro y lacio.

Cecilia no volvió a repetir aquello jamás. Adam nunca se lo reprochó.

No hay comentarios: